Autora: Nora Arango Díez
Opinión: este libro me gusta apenas lo comienzo a leer, es muy bueno tiene varios pensadores que son: Julio, Eugenia, Ercilia, Ernesto, Blanca, Mileno, Lourdes, Marta, Ramón, Laura, Diego, Euclides, Alicia y Epílogo cada pensamiento de ellos conforman este maravilloso libro, Julio habla de que después de un rato llegaron dos hombres que llegaron y ganaron la habitación donde harían su trabajo cuidadosamente sin hacer ruidos para no interrumpir la reunión familiar que había pusieron sus maletines en el suelo. Con una sonrisa discreta agradecieron a los presentes que abandonaban el lugar.
uno de ellos pregunta que con corbata o como estaba mientras que la ultima persona antes de salir le señala un vestido de cachaco incompleto que alguien había dejado a los pies de la cama, allí reposaba un anciano de 63 años no le temía a la muerte mientras que un momento antes la había experimentado. El siempre había compartido hay el techo con otras personas en condición de arrimado el era jubilado y estaba gordito no había dejado de usar saco y corbata ni un día de su vida.
El recortaba los artículos de revistas y prensa con fotos de personas de renombre las pegaba en un cuaderno voluminoso y de gran dimensión, su sobrina se sentó en un lado de la sala a ver el colosal cuaderno forrado en cuero,mientras que los familiares hablaban entre ellos y los señores del maletín hacían su trabajo. leyó con atención algunos titulares y uno que otro pie de foto. después la sobrina de Julio volvió a la realidad, recordó la frase "la vida es un instante"que exclama su tío, ya de viejo.
todas las tardes mira por el balcón y echaba un vistazo al pasado. varias veces había dicho con desesperanza,escuchando el noticiero: "no van a terminar nunca el aeropuerto de Rionegro".
poco tiempo antes de enfermarse definitivamente, ante el anuncio de la construcción del sistema metro del país, dijo julio a su sobrina "ese a mi ya no me toca". Después de uno días de haberse interado de que nacería un bebe en la familia dijo "ahí van llegando otros a reemplazarnos".
¿Para qué viene una persona al mundo que pasa por la vida si dejar huellas? se pregunta sin contestación la mujer a quien, a falta de alguien mas cercana al difunto, llegaron los de la funeraria, antes de que saliera de la habitación.sin embargo a ella no se le presentaron dudas para responder si su tío debía reposar sin corbata o con cachaco completo.
ahora que lo recuerda, aún sin encontrar respuesta ante las vidas que, sin más, vienen y se van, de gracias a todos los santos de que, llevando su atuendo habitual, él haya pasado la primera noche de muerto y todas las que le sucedieron.
